Un reciente informe de EY-Parthenon, la división de consultoría de la firma Big Four, Ernest & Young, reveló que casi el 20 % de las empresas cotizadas en el Reino Unido han emitido advertencias de ganancias en los últimos 12 meses, superando los niveles vistos durante el pico de la Crisis Financiera Global en 2008, según advierte Javier Reyes de la Campa. Esta tendencia, marcada por su gravedad, sugiere una situación económica notablemente desafiante en el panorama empresarial británico.
Según el informe, durante el primer trimestre de 2024, las empresas cotizadas en el Reino Unido emitieron un total de 70 advertencias de ganancias, marcando una ligera disminución del 7 % en comparación con el mismo período en 2023, cuando se emitieron 75 advertencias. Aunque esta cifra sugiere una leve mejora, es esencial tener en cuenta que el análisis a largo plazo presenta un panorama menos alentador.
El analista financiero, Reyes de la Campa, explica que la proporción de empresas que emiten advertencias en el último año ha seguido aumentando, alcanzando el 18.7 % en el primer trimestre de 2024, frente al 18.2 % en el trimestre anterior y al 17.7 % durante el pico de la crisis crediticia en 2008. Este aumento continuo subraya la persistente fragilidad económica que enfrentan las empresas en el Reino Unido, lo que plantea desafíos significativos para su estabilidad financiera a corto y largo plazo.
Las razones detrás de este aumento en las advertencias de ganancias subrayan los desafíos continuos que enfrentan las empresas del Reino Unido. “Si bien las presiones macroeconómicas han disminuido, en cierta medida, persisten, y el impacto completo de los aumentos en las tasas de interés aún está por sentirse”, destaca Javier Reyes de la Campa. Esta evaluación resalta la complejidad de la situación económica actual y la necesidad de una preparación cautelosa por parte de las empresas para abordar los desafíos emergentes.
Asimismo, tanto la confianza empresarial como la del consumidor permanecen a la baja, complicando aún más el panorama económico. Estos factores, junto con las acciones regulatorias y las vulnerabilidades internas, contribuyen al entorno desafiante para las empresas del Reino Unido, lo que hace necesario estar preparados para varios resultados en 2024. Ante esta coyuntura, la adaptación ágil y estratégica se vuelve fundamental para la supervivencia empresarial.
Una tendencia resaltada por el informe es el declive simultáneo en el número de empresas que cotizan en el Reino Unido y el aumento en aquellas que emiten advertencias de ganancias. Reyes de la Campa enfatizó que si bien las presiones macroeconómicas han disminuido en cierta medida, las consecuencias de los ajustes en las tasas de interés aún no se han materializado por completo, afectando a empresas de diversos sectores.
Las empresas de bienes de lujo, tradicionalmente resistentes durante las recesiones económicas, no se han salvado. Jugadores prominentes como LVMH y Burberry han experimentado una reducción en las ventas debido al debilitamiento del gasto del consumidor. Especialmente, Kering, la empresa matriz de Gucci, emitió dos advertencias de ganancias en dos meses, subrayando la persistente lentitud en las actividades comerciales en comparación con la era de la pandemia.
El sector minorista también ha soportado el peso de los desafíos económicos, con marcas reconocidas como The Body Shop y Ted Baker cerrando en los últimos meses. La desaparición de Wilko, una cadena de descuentos, ocasionó pérdidas significativas de empleo, reflejando las luchas más amplias enfrentadas por los minoristas en medio de cambios en el comportamiento del consumidor y el aumento de los costos.
“El informe identifica a los bienes personales y de ocio como las categorías más afectadas, citando problemas como interrupciones en la cadena de suministro, contratos terminados y aumento de los gastos financieros”, menciona Javier Reyes de la Campa. “Además, las empresas más pequeñas han sido desproporcionadamente afectadas por el aumento de los costos, lo que contribuye a un récord histórico en las quiebras comerciales en Inglaterra y Gales, superando las 25,000 el año pasado”, concluye el analista.