En respuesta a la creciente demanda de viviendas asequibles, el gobierno federal de Canadá ha anunciado una significativa ampliación del Programa de Bonos Hipotecarios (CMB). El límite del programa CMB se ha elevado considerablemente, pasando de $40 mil millones a un máximo de $60 mil millones.
Esta medida tiene como objetivo primordial facilitar la financiación de bajo costo para la construcción de viviendas multifamiliares destinadas al alquiler, con la expectativa de robustecer significativamente el panorama de viviendas en alquiler en el país. La intención fundamental de esta medida es incentivar la construcción de propiedades de alquiler multifamiliares, ofreciendo a los desarrolladores acceso a financiamiento asequible.

El gobierno anticipa que esta expansión podría introducir aproximadamente 30,000 unidades de alquiler adicionales anualmente en el mercado de viviendas de Canadá. Enfatizando la necesidad de un cambio sistémico, el ministro de Vivienda sugiere que esta modificación de políticas catalizará proyectos de construcción previamente inactivos.

 

El jefe de la Asociación de Constructores de Viviendas de Canadá sostiene que un mayor financiamiento a través del programa CMB proporcionaría apoyo financiero esencial para proyectos de alquiler construidos con un propósito específico.

 

Los Bonos Hipotecarios de Canadá, emitidos por la Corporación Canadiense de Hipotecas y Viviendas (CMHC), desempeñan un papel crucial. Los ingresos de estos bonos facilitan la compra de seguros hipotecarios a prestamistas privados, permitiéndoles ofrecer tasas más favorables a los desarrolladores involucrados en proyectos de viviendas en alquiler.
Destacando la importancia de esta medida, “la construcción de más unidades de alquiler construidas con un propósito específico vendrá con la necesidad de seguro hipotecario para estas propiedades de alquiler, y la CMHC es el único proveedor de eso”.

 

A pesar del panorama optimista, se advierten que los resultados tangibles pueden tardar varios años. La nueva construcción generalmente abarca alrededor de tres años, con uno o dos años adicionales necesarios para las aprobaciones requeridas, dependiendo de las regulaciones municipales.

 

En algunos casos, los proyectos de casas adosadas podrían avanzar más rápido, pero sin importar cuán acelerados estén en el Ayuntamiento, se tarda de 12 a 18 meses en poner las palas en el suelo.

 

Mantiene, sin embargo, el optimismo sobre el impacto a largo plazo del programa, asegurando que al final de cinco años, el gobierno tendrá lotes de nuevas propiedades de alquiler construidas con un propósito específico para que las personas las alquilen a precios razonables.

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