La constante desaceleración de la inflación ha sido un factor significativo para fortalecer la confianza en la economía y aumentar la probabilidad de un “soft landing” para la Reserva Federal, que se refiere a una vuelta de la inflación al objetivo del 2 % sin causar una perturbación significativa. Esta acción anticipa una mejor perspectiva para las empresas de EE. UU. en los próximos meses.

 

Encuestas recientes de Consumidores de la Universidad de Michigan revelan un optimismo entre los estadounidenses que no se había visto desde septiembre de 2021. Esto ha contagiado a las empresas del país; se han reducido las dificultades para contratar y se ha generado un estancamiento en los aumentos de precios al por mayor.

 

La Asociación Nacional de Economía Empresarial (NABE) realizó una encuesta cuyos hallazgos presentados en julio de este año respaldaron estas aseveraciones. En ellos se muestra una economía en crecimiento; el porcentaje de encuestados que informaron un aumento en las ventas supera a los que reportaron una disminución, con el índice subiendo de 30 a 33 en los últimos tres meses.

 

Es interesante notar que la mayoría de los encuestados mencionaron que no ha habido cambios en los salarios en sus empresas. Esta es la primera vez desde 2021 que más economistas reportan la ausencia de aumentos salariales en comparación con aquellos que informan incrementos.

 

El optimismo en las encuestas de sentimiento se debe en gran medida a la combinación de la desaceleración de la inflación y la fortaleza del mercado laboral. El Índice de Precios al Consumidor ha disminuido al 3 % en junio de este año, luego de haber aumentado un impresionante 9.1 % en junio de 2022. Al mismo tiempo, el mercado laboral se mantiene robusto, con los empleadores agregando 209,000 empleos en junio y manteniendo la tasa de desempleo por debajo del 4 %.

 

Los esfuerzos de la Reserva Federal para combatir la inflación han dado resultados, generando optimismo sobre lograr un aterrizaje suave. Todo indica que la llegada de una recesión se retrasará debido a las condiciones económicas positivas.

 

Asimismo, la inflación anual de precios para productores ha alcanzado su nivel más bajo desde agosto de 2020, aumentando solo un 0.1 % en los 12 meses hasta junio. Aunque esta medida no se correlaciona directamente con el IPC, indica cierta disminución de la presión sobre las empresas, lo que eventualmente beneficiará a los consumidores.

 

No obstante, a pesar de las perspectivas positivas, aún hay desafíos por abordar. Aunque el mercado laboral se ha enfriado ligeramente, contratar sigue siendo un desafío significativo para muchas empresas. Según la última encuesta de la Federación Nacional de Empresas Independientes, el 42 % de las pequeñas empresas encuestadas encontraron difícil cubrir las vacantes de empleo, aunque esta cifra ha disminuido con respecto al mes anterior.

A medida que la Reserva Federal se prepara para su próxima reunión de política, se espera un aumento de un cuarto de punto en las tasas de interés debido a la preocupación de que la inflación aún no se ha estabilizado en una trayectoria sólida hacia el objetivo del 2 %.

 

Aunque todavía hay desafíos por enfrentar, las perspectivas económicas actuales parecen prometedoras y sientan una base sólida para un crecimiento y estabilidad continuos en los próximos meses. Sin embargo, es fundamental monitorear de cerca la inflación, ya que cualquier cambio potencial en el panorama económico podría afectar las decisiones futuras de la Reserva Federal.

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